Este primer tomo de Naruto es un libro de lectura fácil. Las ilustraciones que encontramos a lo largo de la historia son graciosas, curiosas y divertidas.
Cuenta una historia entretenida, sobre todo para las personas a las que nos atraen este tipo de libros. Pero también he de destacar que ciertas partes no son demasiado comprensibles a no ser que te fijes bien en la imagen.
Me gustaría destacar una escena que tiene lugar en la academia; están nombrando los equipos y el protagonista se sube a una mesa, dando pie a un enfrentamiento de miradas, el compañero de atrás lo empuja… y hasta aquí puedo contar.
Respecto al personaje principal, me ha gustado, pero tiene ciertos momentos que no comparto con él, como su forma de actuar impulsivamente, su hiperactividad y lo ruidoso que resulta en ocasiones, a la vez que en ciertos momentos es bastante despistado.
Respecto al antagonista, tenemos a un rival muy distante y frío con las personas, suele estar centrado en sus pensamientos y solo interviene si es necesario.
Por último destacar también la gran presencia de dos personajes: el maestro (una persona calmada, bastante despreocupado en general…) y la compañera femenina que forma parte de su grupo y que tiene varias intervenciones y un carácter peculiar.
Por lo que, en resumen, ha sido un libro que me ha atraído y que me ha generado ganas de continuar con el resto de tomos.
